El hecho de que tengas que lidiar con el miedo escénico no significa que tengas que ser un mal orador. No conozco a nadie que no tenga dificultades para hablar frente a una audiencia en un grado u otro. De hecho, una cantidad saludable de miedo mientras das un discurso te ayudará a ser un mejor orador.
Así que tienes que tomar una decisión, puedes desmoronarte porque tienes miedo de hablar frente a una audiencia o puedes usar tu miedo para ayudarte a ser el mejor orador posible. Aquí hay algunos problemas típicos que enfrentan muchos oradores nuevos que pueden convertirlo en un mal orador y se pueden superar fácilmente con un poco de práctica.
Algunas personas que tienen ansiedades tienden a llevar sus problemas al extremo opuesto. Por ejemplo, si alguien está lidiando con el miedo escénico, puede compensar en exceso al relajarse demasiado. Esto no se verá como si estuvieras relajado y preparado para tu audiencia. Lo que hará, sin embargo, es convertirte en un mal orador.
Un ejemplo clásico de esto es que muchos oradores nuevos que están nerviosos compensarán en exceso su nerviosismo apoyándose en el podio o familiarizándose demasiado con una audiencia extraña. Es necesario mantener la compostura poniéndose de pie cuando está hablando y construir una relación con su audiencia durante el transcurso de su presentación.
No permitas que tu nerviosismo te haga parecer arrogante. Otro problema que muchas personas tienen es que dejan que su nerviosismo aparezca mediante el uso de inflexiones corporales no naturales.
Una vez escuché una charla que fue dada por alguien que se suponía que debía ser experimentado, pero todo el tiempo que estaban hablando estaban haciendo sonar sus llaves en su bolsillo. Esto no solo distraía, sino que también mostraba que la persona estaba nerviosa y era difícil concentrarse en la información que estaba tratando de transmitir.
El nerviosismo también puede aparecer en gestos excesivos o tics faciales. Una de las mejores maneras de detectar este tipo de problema es hacer que alguien te grabe en video dando la presentación frente a un grupo de amigos de confianza.
Luego puedes observarte a ti mismo para detectar cualquier movimiento corporal que parezca antinatural. Lo más importante al lidiar con el miedo escénico es que no permitas que tu audiencia sepa que estás nervioso. Muchos oradores se alimentarán de las emociones de su audiencia y si son capaces de controlar la situación, su miedo escénico desaparecerá rápidamente después de comenzar su presentación.
Esto es algo que es muy importante recordar porque si estás lidiando con un miedo escénico severo necesitas manejarte correctamente desde el principio para poder superarlo.
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